Pasaron 16 días en los que la familia, amigos y allegados de Candelaria Huamani Montesinos (23) rezaron por su vida, colocaron avisos por toda la ciudad, así como en redes sociales, hasta que la universitaria apareció con su pareja, diciendo que se fue a pasear a Bolivia.
Ella se comunicó con su familia el domingo por la noche y dijo que llegaría a su casa ayer en la mañana, pero cambiaron de planes, junto a su pareja, y fueron a la comisaría para evitar implicancias penales, pues era muy fácil que el joven, quien evidentemente es rechazado por la familia Huamani, fuera denunciado por secuestro.
“Lo importante es que está bien y sana; ya ellos (su hija y su pareja) están tomando sus decisiones”, dijo la madre, Nancy Montesinos Condo.
Ella fue la única que declaró. En cambio, su esposo, el político Alcides Huamaní, así como los miembros de la familia de la pareja, se mostraron completamente avergonzados y hasta agresivos con la prensa.
Y es que hay muchos motivos, ya que lo que parecía un caso de desaparición y muerte terminó en una aventura propia de adolescentes. La universitaria y su pareja, Juan Raúl Uscamayta Flores (33), dijeron haber estado en Cochabamba mientras en Puno temían por sus vidas.
fuente : los andes
