
El colapso del Lago Titicaca afecta ecosistemas y economías locales mientras los conservacionistas piden cierre de compuerta y acciones inmediatas.
El Lago Titicaca se encuentra al borde del colapso ecológico, según denuncia Edgar Cahui Cahue, presidente de la Asociación de Pueblos Originarios Conservacionistas de los Recursos Naturales (APOC). Indicó que la compuerta de Desaguadero, construida en 1998 con el objetivo de reflotar el lago Poopó, ha resultado ser un fracaso total que amenaza la supervivencia del ecosistema.
Actualmente, el nivel del lago ha descendido dramáticamente, provocando la muerte de los ecosistemas circundantes. Los canales están colmatados de sedimentos, los totorales apenas crecen 60 centímetros y se secan por la falta de agua, mientras que el lago pierde su capacidad termorreguladora.
Cahui Cahue reveló que el agua de la compuerta, en lugar de beneficiar a los agricultores o al lago, está siendo utilizada por cuatro empresas mineras transnacionales, con un caudal de 10 metros cúbicos por segundo. El último nivel significativo del lago se registró en 2007, antes de la operación de la compuerta.
Las autoridades, incluyendo el Autoridad del Lago Titicaca (ALT) y el Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca (PELT), han mostrado una absoluta indiferencia ante la crisis. El PELT incluso ha declarado que ya no tiene funciones dentro del lago, cuestionando su razón de existencia del sector.
La situación ha generado impactos devastadores: migración poblacional, deterioro económico y daños ecosistémicos que afectan no solo a Perú y Bolivia, sino potencialmente a Chile y Argentina. Los conservacionistas exigen el cierre inmediato de la compuerta de Desaguadero y una intervención urgente para salvar este ecosistema crucial.