El presidente Pedro Pablo Kuczynski recibió este lunes al líder aprista, Alan García, en su casa del distrito de San Isidro.
El exmandatario llegó poco antes de la 1:00 p.m. y se retiró dos horas después. Ante la prensa, ambos políticos bromearon, se mostraron contentos e intercambiaron apretones de manos y abrazos.
Kuczynski dijo que fue un encuentro “muy simpático” y comentó que le pidió a García que cuente su experiencia en dos gobiernos y le de consejos.
Negó, además, que hayan conversado sobre la denuncia que formuló el congresista aprista Mauricio Mulder, quien involucró a la primera dama, Nancy Lange en un presunto caso de conflicto de intereses.
“Yo soy amical y él también”, exclamó entre sonrisas, tras comentar que el menú del almuerzo fue: solterito arequipeño, pescado a la chorrillana, alfajor, una taza de café y una copa de vino blanco.
Al respecto, el congresista Javier Velásquez Quesquén afirmó, aPerú21, que más allá del “intercambio de reflexiones y experiencias”, la reunión es importante porque servirá para acabar con el “estrés de desconfianza que existe entre la clase política”.
El ex premier aprista indicó que es importante terminar con la desconfianza política para dar paso al debate y a la búsqueda de soluciones a los problemas importantes para nuestro país.
_“Ojalá que esta conducta del presidente sea una práctica permanente para que pueda hablar con todos aquellos que tuvieron funciones en el Estado y así pueda recibir sugerencias, comentarios e intercambiar experiencias”, indicó.
Para el vocero de Peruanos por el Kambio (PpK), Carlos Bruce, la reunión es un gesto democrático. “Siempre es bueno que dos presidentes conversen”, aseveró en diálogo con este diario.
Perú 21
