El atacante parisino sale mal parado en un duro impacto con Danso y sufre una fractura nasal. Ha pasado pruebas médicas en el hospital de Düsseldorf y todo indica que no será operado.
Kylian Mbappé, la gran estrella de Francia, una de las favoritas para ganar la Eurocopa, sufrió una fractura nasal tras un duro impacto con Danso. El jugador pasó pruebas médicas en hospital de Düsseldorf y todo indica que no será necesario su paso por el quirófano. A falta de diez minutos para el final, Mbappé saltó para rematar un córner y chocó de bruces contra el hombro de Kevin Danso, defensor austriaco. El impacto fue grande. Tanto, que se destrozó la nariz a consecuencia del golpe.
Y es que se rompió la nariz en esa acción y su continuidad en la Eurocopa corría peligro. Didier Deschamps, seleccionador francés, reconoció su preocupación al término del partido: “Su nariz no está bien del todo. Habrá que ver. Es el punto negro de esta noche. Aunque sólo sea la nariz, es muy molesto para nosotros. No tengo los últimos detalles, ya se tomarán decisiones. Lo vi en la camilla de masaje, no es un rasguño. Pero no tengo los detalles precisos. Así que cuando no lo sé, me callo. La selección francesa siempre será más fuerte con Kylian. Si las noticias no son buenas, lucharemos sin él. Kylian es Kylian y cualquier equipo con él es más fuerte”. Después, en sala de prensa, confirmó la fractura.
Griezmann también se accidentó con Wöber
Antoine Griezmann también dio el susto durante el debut de Francia en la Eurocopa contra Austria. Corrían los primeros minutos de la segunda parte cuando, en una disputa con Maximilian Wöber, el defensor austriaco le propinó un empujón al atacante del Atlético de Madrid, que acabó estampado conta la valla publicitaria. Tuvo la mala fortuna de impactar con la cabeza, lo que le causó la apertura de una aparatosa brecha. Sin embargo, afortunadamente todo quedó en un susto y, con un vendaje, pudo continuar jugando sin problemas.
Aparte de una venda que le tapaba gran parte de la cabeza y que Griezmann terminó quitándose porque no se adhería bien a la piel, resultó llamativa la escena del francés recriminándole a Jesús Gil Manzano, en castellano, que no hubiese considerado que el empujón de Wöber era merecedor de una tarjeta o, al menos, una falta.
